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miércoles, 22 de agosto de 2012
En medio de la Puna salteña, para mirar al cielo desde más cerca
22.08.12
Una nueva instancia para Tolar Grande con la creación del Hostal Municipal
Daniel Sagarnaga.
Fotos Javier Corbalán: Cielos de Tolar Grande.
Este lunes se inaugurará el Hostal Municipal de Tolar Grande, a unos 3.520 m.s.n.m., para dar respuestas concretas al turismo. Acompañan a esta nueva industria, mejoras en la calidad de vida y en la oferta de servicios, en el corazón de los Andes salteños.
Tolar Grande custodiada por el cerro Aracar.
Previo al cierre del mes de la Pachamama en la localidad andina de Tolar Grande, el próximo lunes 27 se dejará inaugurada la ampliación del Refugio Municipal que se hizo en el lugar gracias al apoyo de la embajada de Francia a principios del 2001. Considerada Hostería Municipal, esta ampliación consta de seis habitaciones con baño privado, a las que se podrá acceder mediante reservas realizadas a través de la página web del municipio (www.corazondelapuna.com.ar).
Cono de Arita, su formación permanece en discusión.
Una nueva instancia se inicia con esta inauguración, ya que se trata de una respuesta efectiva esperada por los turistas que quieren acceder a una zona considerada “el Tíbet argentino” por la profusión de picos que superan los 4.000 metros de altura.
Los “ojos de mar” donde se encuentran las formas más antiguas de vida.
Ubicada a 3.520 metros sobre el nivel del mar, Tolar Grande se encuentra enclavado en el corazón de la Puna salteña. Fue fundada en torno a la Estación del Ferrocarril Belgrano, cuando la actividad minera estaba en pleno desarrollo. Para llegar desde Salta, deben recorrerse 357 kilómetros, que atraviesan Campo Quijano, la Quebrada del Toro, San Antonio de los Cobres y la localidad de Pocitos. En torno a Tolar Grande hay sitios únicos de interés natural, geológico, cultural y arqueológico. También escenarios turísticos singulares en el país y el continente, como el Salar de Arizaro, hacia el sur de la localidad, donde se puede visitar al misterioso Cono de Arita. Este monumento piramidal tiene 200 metros de altura y se encuentra rodeado por los salares, que lo hacen más sobresaliente en el paisaje. Se halla a unos 86 kilómetros de Tolar y a una hora y media de marcha en vehículo.
El turismo encuentra actividades en una zona de dunas, cuevas y montañas.
A unos tres kilómetros de Tolar nos damos con El Arenal, una formación con bolsones de arena rodeada de cerros, en los que se encuentra también la Cueva del Oso, que atraviesa una de ellas. Habitada por estromatolitos, una de las primeras formas de vida en la Tierra, el azul de las lagunas conocidas como “Ojo de Mar” sorprende en medio del salar del mismo nombre de la localidad. Sin una medida de fondo, los “ojos de mar” se encuentran a unos 5 kilómetros o dos horas a pie del pueblo. Rodeado de montañas de sal y formaciones calcáreas se encuentra El Mirador, a unos 4 kilómetros, o a 40 minutos en automóvil. En su trayecto se observan bancos de sal y yeso y permite observar en su totalidad al salar de Arizaro y los volcanes que rodean la zona como Incahuasi, Guanaquero, Arácar, Salín, Pulares, Arizaro Socompa y Llullaillaco.
El Túnel del Hombre Muerto, a 13 kilómetros de Tolar o 4 horas a pie y en 30 minutos en vehículo, cruza un pequeño cerro. Su interior está compuesto por cuatro burbujas o bóvedas y un puente en el centro, tachonados de estalactitas y columnas salinas.
Iglesia de Tolar Grande.
La laguna Santa María, a 65 kilómetros de Tolar y 2 horas en vehículo, se encuentra al pie del volcán Incahuasi. Este monumento natural tiene todas las características de las lagunas de altura de los Andes y está poblado de una fauna especial como las garzas e ibis rosados.
Hacia el cielo
Los picos que rodean a Tolar Grande son las grandes atracciones con que nos podemos encontrar en una visita al lugar. Se trata de un escenario único que los viajeros globales comparan con grandes paisajes como los del Tíbet, “sólo que más accesible”.
El pueblo es la puerta de entrada a estas dimensiones extraordinarias, de una de las cuales se rescató a las “momias del Llullaillaco” que ahora se encuentran en el Museo de Alta Montaña de la ciudad capital salteña y es considerado como el gran descubrimiento arqueológico argentino de los últimos años. La significación del ritual de los niños “capacochas” sacrificados en la cumbre de los cerros sagrados, aún puede sentirse en los paisajes que rodean a Tolar Grande.
Laguna en Tolar Grande.
Cerca del pueblo también se está instalando el observatorio astronómico que aprovechará los cielos límpidos de la zona. Con la apertura del Observatorio, otro condimento más se sumará a las grandes propuestas turísticas que se avecinan desde Tolar Grande. Para los que gustan del andinismo: el cerro Arácar, de 6.080 metros de altura, el Macón de 5.600 metros, el Socompa de 6.000 metros y el Llullaillaco de 6.739, los esperan.
Para repoblar la Puna salteña
El intendente de Tolar Grande, Sergio Villanueva, de 36 años, recuerda que a fines de los años 90 quedaban en la localidad “apenas unas nueve familias”. “Tolar Grande estaba en las listas de las poblaciones argentinas a punto de desaparecer. La gente había esperado que volviesen a poner en marcha las operaciones mineras. O los ferrocarriles, pero de a poco comenzaron a cansarse a irse a buscar un futuro mejor”, señala el funcionario.
Villanueva es el primer intendente elegido por los vecinos del lugar ya que hasta hace cinco años el principal mandatario del poblado era designado directamente por el gobernador. “Trabajamos sobre tres ejes fundamentales: repoblar la zona, mejorar los servicios e impulsar el turismo como industria y fuente de trabajo para todos los pobladores. Los tres se mueven en conjunto y son los objetivos que tenemos asegurados con el equipo de trabajo que componemos”, dice Villanueva.
La inauguración de la Hostería Municipal abre fuertes posibilidades para terminar de cerrar estos tres ejes sobre los que trabaja el nuevo mandatario. “Pertenezco a una nueva generación que cree en las posibilidades que nos brinda la Puna como una región propia llena de cosas para descubrir. Solamente hay que trabajar duro para poder alcanzar las metas propuestas”, enfatizó. Entre otras obras de importancia se puede mencionar al agua corriente del cerro Macón, la planta de tratamiento de deshechos, el planetario.
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